¿Por qué los huesos son un buen caldo?
Los huesos son un buen caldo porque son ricos en colágeno, que se descompone en gelatina cuando se cocina. Esta gelatina enriquece el caldo, dándole un sabor con mucho cuerpo y una textura sedosa. Además, los huesos contienen nutrientes como minerales y aminoácidos que mejoran aún más el sabor y el valor nutricional del caldo.